La conocida empresa Amazon ha sido acusada de establecer condiciones restrictivas para sus conductores y repartidores. La situación ha causado controversia, ya que se han publicado testimonios que niegan que se haya informado a Amazon del problema de los desechos humanos encontrados en los vehículos de reparto.
Algunos datos que recoge The Intercept
The Intercept ha informado sobre algunos documentos filtrados relacionados con el problema actual que han llamado la atención en los últimos días. Estos documentos demuestran que Amazon era consciente de las precarias condiciones a las que estaban sometidos sus empleados, que se veían obligados a defecar en bolsas y orinar en botellas desechables debido a la falta de acceso a los aseos.
Esto se produjo después de que la empresa negara cada una de las acusaciones de la campaña de sindicalización apoyada por el senador del estado de Alabama de Vermont. Un congresista de Wisconsin también criticó las prácticas laborales y, en respuesta, el departamento de comunicación de Amazon tuiteó una respuesta comprometida.
Respuesta de Amazon a las acusaciones
Me contestó que si realmente creía en la posibilidad de orinar en botellas, pensaba que si fuera cierto, no tendrían trabajadores. Señaló que su nómina de más de un millón de empleados en todo el mundo está formada por personas que se enorgullecen de su trabajo y reciben excelentes salarios y una atención médica adecuada desde su primer día de trabajo.
A pesar de esto, no es la primera vez que Amazon tiene quejas de esta índole, ya que al inicio de la pandemia hubo múltiples quejas de conductores que no tenían condiciones adecuadas y exigencias inflexibles para cumplir con los pedidos, aunque en el último trimestre tuvieron un aumento del 37% en las ventas, lamentablemente no benefició en nada a sus empleados.